Sorprendiendo al Bully

Capítulo 64

Keira

Estaba sentada, escuchando a este hombre hablar, mientras el señor Case, el papá de Adam, comenzaba a discutir con él. Realmente solo quería que todo terminara. No quería volver a ver a Colt, y parecía que no lo haría.

-¿Puedo hacer una pregunta? -interrumpí la discusión entre el señor Dunn y el señor Case.

-Sí, señorita Kincade, ¿cuál es tu pregunta? -preguntó el señor Dunn.

-Entonces, si Colt tiene que recibir educación en casa, dijiste que tiene que hacer terapia, ¿ qué pasa si no lo hace? -pregunté.

-Nos aseguraron que haría la terapia, y pedimos pruebas de ello. Si por alguna razón no

asiste a su terapia, se anulará el acuerdo que tenemos con sus padres, y tendrá una expulsión

en su expediente -respondió el señor Dunn.

-¿Al menos establecieron un plazo para que reciba la terapia? Como

mencionaste que

quedan tres meses para que estos chicos se gradúen, esa familia podría poner excusas,

como que hay una lista de espera o que no encuentran al terapeuta adecuado. Antes de que

te des cuenta, será la graduación, y habrán logrado engañarte -dijo el señor Case.

-No puedo comentar sobre eso; lo que te dije es todo lo que puedo decir en este momento

respondió el señor Dunn.

-En ese caso, tal vez deba consultar con mis abogados en nombre de Keira. Ver qué opinan

-dijo el señor Case.

-Señor Case, eso no es necesario. Estamos haciendo lo mejor para todas las partes

involucradas. Si no hay más preguntas, espero ver a los tres en la escuela mañana -dijo el

señor Dunn.

-Claro, déjalo pasar -murmuró el señor Case.

Todos salimos del edificio administrativo, y una vez afuera, el señor Case se volvió hacia mí.

-¿En qué estás pensando, Keira? -me dijo.

-¿En esto? En realidad, no lo sé. Honestamente, solo quiero olvidarlo todo. Quiero que esto

termine; no quiero volver a ver a Colt -le dije.

-Bueno, no presionaré más por ahora, pero si te sientes incómoda o sucede algo relacionado

VA

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con ese chico, házmelo saber. Yo me encargaré de ello -me dijo el señor Case. -Gracias, Stephen, lo apreciamos mucho -le expresó mi mamá al papá de Adam. -¿Quieres ir a comer algo conmigo? ¿Alejarnos de todo esto, tal vez? -me preguntó Adam.

-¡Es una idea maravillosa! Vamos todos a comer algo -dijo mi mamá.

Creo que Adam intentaba invitarme solo a mí, a juzgar por su expresión cuando mi mamá

habló.

-Hay un restaurante de los años cincuenta no muy lejos de aquí. Solían tener los mejores batidos; no he ido en mucho tiempo, pero creo que les gustará -dijo el señor Case.

-Oh, recuerdo ese lugar. Adam, solías amar el batido de chocolate de allí; solías llamarlo el

batido de coco. -Se rio Laura.

-Mamá... -se quejó Adam.

-¿Qué? Era lindo. Oye, soy tu mamá; tengo permiso para avergonzarte con historias de tu

infancia.

-¿Batido de coco? Te mudaste aquí cuando tenías diez años -dijo Kevin.

-En realidad, soy de aquí originalmente. Me casé con Stephen y me mudé a Nueva York, ya que él vivía allí. Así que, cuando visitábamos a mis padres aquí, llevábamos a los niños a ese

restaurante-explicó Laura.

Fuimos a ese lugar, y era encantador. Todo estaba decorado al estilo de los años cincuenta. Incluso había una parte donde los autos podían estacionarse, y una mesera en patines

llevaba la comida al auto.

Como éramos seis, juntaron dos mesas para acomodarnos. Adam se sentó a mi lado.

-Quiero invitarte a algo la próxima vez que estemos solo tú y yo, ¿de acuerdo? - me dijo en

un susurro.

-Está bien le susurré de vuelta.

-Prometo que la segunda cita será buena -murmuró, y me sonrojé con sus palabras. Supongo que estaba saliendo con Adam.

Tomó mi mano debajo de la mesa y comenzó a frotar círculos con su pulgar mientras la

sostenía.

-¿Cómo estás? -me preguntó.

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Capítulo 64

-Creo que bien. Anoche, mamá me dio Tylenol PM para poder dormir. Hoy, en la cocina con tu mamá, hablar y hornear con ella realmente me ayudó a no pensar en lo que sucedió -le dije a Adam.

Él me sonrió tensamente y sentí que con su otra mano agarraba la mano que ya sostenía, así que la apreté.

Pedimos nuestra comida, y debía admitir que los batidos estaban bastante buenos. Laura dijo que era porque el helado era casero, de una heladería local que abastecía al lugar.

Adam se acercó.

-Creo que eso debería ser una cita para ti y para mí, encontrar la heladería y tener una cita con helado -dijo.

-Me gustaría eso me sonrojé al decirlo.

-Te ves linda cuando te sonrojas así, ¿lo sabías? -expresó.

Adam

Terminamos de cenar, y la mayor parte de la conversación en la mesa fue entre mis padres y

Janet, hablando de cosas. No estaba prestando atención a lo que decían hasta que escuché a

Janet preguntarle a mi mamá por qué nos habíamos mudado aquí.

-Bueno, dejé mi vida aquí para poder estar con Stephen. Tenía una prometedora carrera en relaciones públicas. De hecho, así fue como nos conocimos: yo era una pasante y me

asignaron la cuenta de su empresa -dijo mi mamá, mirándolo con una mirada especial.

Han estado juntos durante casi veinticinco años, y mi mamá siempre mira a mi papá como si

él fuera su mundo entero. He escuchado la historia de cómo se conocieron y cómo fue amor

a primera vista tantas veces que simplemente ruedo los ojos cada vez que la escucho.

No me di cuenta de que había rodado los ojos hasta que escuché a Keira.

-¿No crees en el amor verdadero? -me preguntó.

-¿Qué? ¿Por qué me preguntas? -le respondí.

-Rodaste los ojos cuando tu mamá dijo que ella y tu papá supieron que era

amor verdadero -dijo ella.

-Oh, no es eso. He escuchado su historia de amor tantas veces que supongo que

es un hábito rodar los ojos cuando la escucho.

Ella asintió con la cabeza y siguió escuchando a mi mamá.

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Capítulo 64

-Así que él decidió que, dado que yo dejé mi vida por él para hacerlo feliz, él

podría hacer lo mismo por mí. Quería que sus hijos tuvieran la vida en un pueblo pequeño que yo tenía, en lugar de la vida en la ciudad que él había tenido. Queríamos que tuvieran amistades verdaderas en lugar de relaciones superficiales, como parecía tener la vida en la ciudad -

continuó mi mamá.

-Keira... -le susurré al oído. Ella se volvió hacia mí-. Solo para que sepas, sí creo

en el amor

verdadero.